jueves, 16 de mayo de 2019


     Escribo todas estas notas, imaginando que tal vez un buen día, las leas. Como una amante a su amante, nada más lejos. Pero me ayuda pensar que tal vez, un día por casualidad te asomes, y me leas. Yo continúo. creyéndote interlocutor. Me estimula y me inspira.

jueves, 9 de mayo de 2019



      Me siento cómo si estuviera en una nave espacial, queriendo comunicar con los humanos, en algún lugar, cómo queriendo que me comprendan, o queden una señal de aqúi estamos, todos estamos aqúi. Hola humanos, estáis ahí?


     Voy a publicar otra entrada, aunque no sé si alguien me leerá al otro lado. Es todo tan extraño y a veces tan misterioso. Ahora me doy cuenta de que siempre he querido explorar el mundo, quería saber. Sólo saber. De muy pequeña siempre estaba leyendo o imaginando, pensando cual sería el siguiente libro que iba a leer. Me pasó después de terminar "Cien años de soledad". Pensé, la de cantidad de historias maravillosas que hay contadas, y yo no voy a tener tiempo de leer todas. Según estaba leyendo un libro ya quería leer el siguiente y el siguiente del mismo autor. Pensaba en la cantidad de libros que quedaban por leer y ya sentía que no iba a tener el suficiente tiempo.
     Realmente así fue, o así ha sido. Hay tantas historias que me faltan por leer.
     Es curioso Milo. Me conectas con esa parte carente mía, con ese complejo de no poder, con ese complejo de inferioridad, siempre latente y en primera línea de todos tus comentarios y apreciaciones. tan básicas, que llegan al alma del que lo recibe. Cómo si te estuvieran recordando una herida que siempre ha estado ahí, y que nunca supiste como sanar. La herida del diferente, del humillado, del que se ha sentido separado. No sé cuàl es tu historia, tal vez como emigrante te sientas diferente, te sientas separado. No lo sé. Pero es tu herida, sólo tu herida que nos abre a los demás la nuestra si somos capaces de verla. Estamos llenos de heridas, resquebrajados. Sólo que nos da tanto miedo.

Miedo de empatizar con aquel que tuvo que abandonar su tierra, para querer algo mejor.
Pero es lo mismo que en tu propia tierra, luchar por algo mejor.
Y yo me siento en mi propia humillación.Pero no es justo, ni es justo, ni es................Sólo es.
Hay dolor, y cuando hay dolor, no hay amor.

             Recomiendo el documental "El silencio de otros". Que dolor.
             También recomiendo " En un mundo mejor" de Susan Bier.



    Vuelvo a los clásicos. Siempre hay que volver a los clásicos para que nos recuerden la medida de las cosas. Ellos lo dijeron y así es. Platón, Aristóteles.

La justa medida de las cosas. En este manicomio de grillos, que gritan, jalean, vierten todas sus marañas, y dejan tan poco espacio para el silencio, ese lugar dónde se escuchan todas las almas. En el silencio se oyen los corazones de aquellos a quienes más amamos. No hace falta preguntar, lo sabemos, sabemos como se encuentran aquellos que más amamos. Y a veces, aquellos a los que creemos amar, se alejan, un poco, sorprendidos de nuestra distancia, sin comprender que, a veces, sólo a veces, es posible amar a aquellos que creemos que amamos. Pero les escuchamos, incluso a veces me pregunto, si aquel a quién creía amar y toma distancia, y no vuelve, me pregunto si alguna vez, verdaderamente me amó y le amé.