jueves, 19 de agosto de 2010

ediciones siderales.

Por supuesto que no.Ninguno de nosotros se ha desprendido súbitamente de todo su tejido vivo: aunque aletargadas por el momento nuestras preocupaciones, realciones, comedias menores y profundas tragedias siguen ahí, como actores aguardando entre bastidores. no solamente nos acompañan los protagonistas de nuestros drams personales, sino también, al igual que el coro de una ópera. un enjambre de personajes secundarios que guardan cola, dispuestos asimismo a entrar y establecer el vínculo entre nuestra vida privada y el mundo exterior, la sociedad en su conjunto.

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