domingo, 19 de septiembre de 2010

Un verano hace muchos años.

Continuo sintiendo, continuamos navegando, seguimos, estamos, y nos enamoramos de personas que aparecen en nuestras vidas, sin tan siquiera saber si algún volveremos a verlos, anhelando los reencuentros con esas criaturas extrañas que aparecen en nuestra imaginación, en nuestros sueños, nuestros sueños más profundos. Miramos sus ojos, sus labios, esa peca que tiene tras la oreja, ese leve rictus e imaginamos que por fin esa persona nos devolverá la infancia, la adolescencia, la juventud ya pasada, vivida, y seguimos soñando ese lugar que nos hara descansar, por un instante, por un segundo, anhelando volver a sentir aquello que un día nos hizo soñar que éramos superheroes.